Me alegra comprobar que, igual, no son necesarios otros 15 años para que la gente tome conciencia de la dimensión del problema al que se enfrentan los bolos. Aunque siendo realista, también puedo pensar que no es que estén de acuerdo conmigo, porque compartir mis planteamientos es complicado. Lo sé, lo entiendo y lo acepto. Probablemente lo que está pasando es que la bola es tan grande a estas alturas que la ve todo el mundo. Y a nadie le gusta verse aplastado por una enorme bola que no se detiene.
Unos optan por buscar soluciones y otros por cribar más arena. Igual que los hermanos Marx en el oeste. Traed madera. Esto es la guerra. En este caso es arena. Porque es lo único que saben hacer y están orgullosos de ello. Pero no, esto no se arregla enterrando el problema con más arena. Más no siempre es mejor. Quizá estemos así porque llevamos 30 años cribando arena y mirando hacia otro lado, lo que se hizo toda la vida.
Me quedo con aquellos que, por el motivo que sea, son conscientes del problema y tratan de buscar soluciones. Tienen claro dónde quieren llegar y queremos llegar al mismo sitio. Yo, por llevar más tiempo buscando el camino, lo tengo mucho más claro. Cuando os hablaba del plan, os dije que incluía financiación. Es un tema preocupante, sí, el dinero siempre lo es, pero es solo una pieza más del puzle.
El otro día escuchaba términos como Ley de Mecenazgo. Yo la nombré cuando algunos decidieron separarse de la Federación Española de Bolos y nadie me hizo caso, como es habitual. A un incendiario resentido no se le puede hacer caso. Con aquella separación se perdía un requisito indispensable para que la Federación Cántabra de Bolos fuera considerada entidad de utilidad pública y que pudiera beneficiarse de esa ley. Luego se reintegraron en la Federación Española de Bolos. Pero hasta el año pasado nadie había intentado aprovechar la ley de mecenazgo y Norberto lo ha hecho. Porque Norberto prometió acercar a la empresa al mundo de los bolos. Y lo está haciendo. Cada uno entendió lo que quiso, así que es difícil contentar a todos porque algunos entendieron que prometía una lluvia de millones sobre los bolos.
Y su plan de patrocinio se apoya en esa Ley. Y el otro día me encontré que suenan campañas, pero no se sabe muy bien dónde. Se habla de cantidades y de porcentajes, pero de manera confusa. Así que vamos a aclararlo. O al menos lo voy a intentar, porque ya aviso de antemano que estos temas fiscales son farragosos.
A ver si con más información puedo ayudar a los que se han dado cuenta de que cribar arena no soluciona los problemas de los bolos. Y para ello, nada mejor que poner números encima de la mesa. Y si los números se expresan en euros, mucho mejor. Al final, lo que queremos es dinero. Yo os enseño dónde está.
La Federación Cántabra de Bolos es una entidad de utilidad pública porque:
- Está integrada en la Federación Española de Bolos.
- Así lo dice en sus estatutos.
- Lo dice la ley del deporte de Cantabria en su artículo 20.
- Lo dice la ley 49/2002 de Mecenazgo en su artículo 2d.
Se puede acoger, por tanto, a lo dispuesto en la ley 49/2002, que habla de los incentivos fiscales al mecenazgo. No porque lo digo yo, sino porque lo dice la ley. Así que los que han oído las campanas de la ley de mecenazgo no van desencaminados. En lo que andan bastante perdidos es en las cifras. Pues vamos a aclararlo también. De antemano os digo que donde pone impuesto de sociedades, se puede poner IRPF, así que los pequeños autónomos (bares, negocios locales y pequeños establecimientos a los que sangráis con los carteles) también pueden acogerse a esos beneficios. Más abajo os dejo el cuadro resumen del Ministerio de Cultura
Solo hay que ir al artículo 20 de la ley 49/2002, en el que nos dice que las empresas se pueden deducir un 35% de lo donado a entidades de utilidad pública. Y si la aportación se mantiene durante dos años seguidos, se podrán deducir el 40 %. Aquí quiero aclarar, en contra de lo que muchos pueden pensar, que los donativos a entidades deportivas (peñas, escuelas, asociaciones….) que no sean entidades de utilidad pública no tienen la consideración de gasto a efectos del impuesto de sociedades. Es un gasto contable, si. Pero para Hacienda no. Por ello, legalmente hay que hacer un ajuste para declarar un menor gasto y, con ello, un mayor beneficio. Hacienda no se pierde. A más beneficio, más cuota a pagar.
¿Las empresas lo meten como gasto? Seguro que sí. Pero si un día llega un inspector de Hacienda, no va a estar de acuerdo en que los 100 euros pagados por el cartel de la bolera sean un gasto deducible. Gasto contable sí, el dinero sale de la empresa, pero a efectos del beneficio fiscal y de Hacienda no. También lo dice la ley. O sea, dar dinero a una entidad de utilidad pública, la Federación Cántabra de Bolos en este caso, tiene una doble ventaja fiscal.
- El gasto es deducible, es decir, se declara menos beneficio y con ello se paga menos impuesto.
- Y además, el 35 % de lo gastado se devuelve en la cuota del impuesto de sociedades.
Por un lado, se paga menos cuota porque el gasto permite que el beneficio fiscal sea menor. Y por otro, se paga aún menos cuota porque el 35 % de lo aportado se puede deducir. Y además, si no hay cuota suficiente, lo que falte se puede deducir en los 10 años siguientes. Lo sé, demasiado tecnicismo. Pero no te vayas todavía. Vamos a verlo con números.
Vamos a suponer que Pinturas Pepe tiene un beneficio contable de 2000 € y que Pinturas Pepe tiene un cartel en la bolera del pueblo por el que afloja 100 €. El beneficio contable de Pepe es, por tanto, de 2000 €. Pero ya hemos dicho que el cartel de la bolera no es un gasto para Hacienda, por lo que el beneficio fiscal de Pinturas Pepe es de 2100 €. De estos 2100 €, Pepe pagará en concepto de impuesto de sociedades el 25 %, es decir, 525 €.
Y ahora supongamos que Pepe entra a formar parte del plan de patrocinios de la Federación Cántabra de Bolos. El beneficio fiscal de Pepe será de 2.000 €, porque en este caso los 100 € sí son considerados gasto a efectos de impuestos. Le tocará pagar 500 €. Pero la cosa no acaba aquí. De esos 500 € se puede deducir además el 35 % de los 100 € aportados a la Federación Cántabra de Bolos, con lo que Pepe pasará a pagar por impuesto de sociedades 465 euros. Repito, por impuesto de Sociedades, o si Pepe es un sufrido autónomo, pagará menos en su declaración de IRPF. Aquí está el dibujito prometido, está sacado de la web del Ministerio de Cultura.
Esto a modo de ejemplo y con cantidades ridículas. Pero pagar 100 € a la Federación Cántabra de Bolos le ha supuesto a Pinturas Pepe un ahorro de 60 euros en el impuesto de sociedades, con lo que el gasto real de pinturas Pepe, en lugar de 100 € ha sido de 40 euros por el cartel de la Bolera. Esto ya empieza a sonarle mejor a Pepe. A fin de cuentas el tiene un compromiso con el pesado del pueblo que le pasa el recibo de los 100 € por el cartel. Si le puede salir por menos de la mitad, creo que a Pepe le gustará la idea.
Esto ya se aplica en la actualidad para todos los patrocinadores de la Federación Cántabra de Bolos que disfrutan de estas ventajas. Es una de las patas del plan de patrocinios de Norberto. Los que desde la ignorancia le acusan de no hacer nada, deberían hacérselo mirar un poco después de esto.
¿Y esto en qué beneficia a las peñas? Ya os lo digo yo, en nada, directamente. Beneficia a la Federación Cántabra de Bolos. Pero es que la ley llega hasta ahí. Nuestra obligación es jugar las cartas de la mejor manera posible y con estas cartas podemos hacer un poco más. Seguro que a alguno ya se le ha ocurrido la solución después de leer la explicación. Si no, ya os la digo yo.
¿Y si Pepe paga los 100 euros del cartel a la Federación Cántabra de Bolos y ésta los transfiere directamente a la peña en cuestión? Yo particularmente implementaría al menos un 5 % en concepto de gestión. No creo que a Pepe le importe pagar 5 euros más cuando puede ahorrarse 60. Es justo, creo yo, y ganan todos.
- Gana la peña a la que le das la posibilidad de que los carteles de su bolera sea más fáciles de vender a las empresas.
- Gana la Federación Cántabra de Bolos con un 5 % de lo gestionado en cuestión de publicidad.
- Gana la empresa en términos de visibilidad como patrocinador oficial de la Federación Cántabra de Bolos y con el ahorro fiscal.
¿Y si Pepe en lugar de 100 € por un cartel, diera 30.000 € a una asociación? Pues de primeras se me ocurre que en lugar de 30.000€ se le podría apretar un poco más hasta los 35.000 €. Ya que, por un lado, Pepe declararía un beneficio fiscal de 35.000 € menos. Esto en términos de cuota, supondría pagar 8.750 € menos a Hacienda. Pero, además, de lo que tiene que pagar a Hacienda, puede deducirse el 35% de los 35.000 €. Lo que supone que pagaría 12.250 € menos. en total, si lo sumamos, son 21.000 € menos a pagar. A Pepe, soltar 5.000 € más, le supone ahorrarse 21.000 €. A la hora de la verdad, 16.000 €, porque ha puesto 5.000 € más. Más resumido:
- Pepe le da a la FCB 35.000 €, en lugar de darle 30.000 € a la asociación.
- La FCB le da a la asociación 33.250 € y se queda con 1750 €
- Pepe se ahorra 21.000 €, con lo que el gasto real de Pepe ha sido de 14.000 € (antes eran 30.000 €)
Gana Pepe que se ahorra 16.000 €, gana la asociación que recibe 3250 € más de lo que recibía, gana la federación que ingresa 1.750 € que antes no tenía… ¿Quién pierde? Pues nuestro amigo Luis Ángel Agüeros que se encuentra con menos ingresos por la vía de los impuestos en su nuevo puesto de responsabilidad. Y esto, ¿a quién le toca explorarlo? Pues a los que tienen la responsabilidad de hacerlo. A los que tienen la obligación de hablar para entenderse. A los que deben darse cuenta de una vez que, enterrar los problemas con arena, no sirve de nada. No explorar este camino, que está ahí desde el año 2002 es una irresponsabilidad. O al menos a mí me lo parece. Y lleva más de 20 años siendo una irresponsabilidad. Quizá ahora alguno entienda un poco mejor porque afirmo que no ha sido oro todo lo que ha relucido en los últimos años en los bolos. Pero claro, soy un incendiario resentido que no tiene ni idea de bolos.
Hoy me alargué un poco más de lo normal, pero la idea creo que merece la pena. ¿Se va a llevar a cabo? Puede que sí, puede que no, pero lo más probable es que quién sabe. Supongo que alguien, a estas alturas, haya advertido que, una Asociación de Peñas, no es legalmente una entidad de utilidad pública. No lo recoge ninguna ley. Pero una federación deportiva integrada en una Nacional, si que lo es. Yo ahí lo dejo por si la gente de bolos normal orgullosa de cribar toneladas de arena quiere explorar ese camino en el que todos saldrían ganando. En sus manos queda escuchar las ideas de un incendiario resentido que no hace más que hablar de lo mal que lo han hecho otros en el pasado en lugar de ponerse a cribar arena o a hacer otras cosas que ellos piensan que son más importantes para los bolos. Yo voy a seguir haciendo lo que me dé la gana. De momento, callarme no está en la lista de cosas que tenga pensado hacer. Las otras que me han recomendado, tampoco las veo efectivas, así que no perderé mi tiempo llevándolas a cabo.
Espero que todo esto haya ayudado a los que están oyendo campanas, pero no saben muy bien dónde. Y ya para acabar, dos pinceladas más sobre la marcha que desarrollaré dentro de muy poco.
- Dinero a las peñas y escuelas como mantenedoras de un bien de interés cultural inmaterial.
- Declaración de las peñas y escuelas de bolos como entidades de utilidad pública en uso de las competencias del gobierno de Cantabria.
Y así que puedan ser objeto de los incentivos fiscales de la ley 49/2002. Pero esto próximamente. Por hoy ya está bien. Pero aviso: hay más vías de mejorar y sanear la economía de la FCB y las peñas. Eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión. De momento, por si queréis repasar el plan, aquí os doy la oportunidad: